El 2009 apenas comenzaba, y cada vez que yo encendía el televisor de mi casa, Dios me mandaba a orar.
Era inevitable. El predicador de turno del canal cristiano siempre hablaba sobre el tema: ¨Dios quiere decirte algo¨, ¨El guiará tus pasos en la oración¨, ¨al principio tu lo buscas, pero es él quien al final tomará el control de la oración¨.
¿Qué qué?, me preguntaba yo. Acaso no es suficiente lo que le pido a diario, las gracias que le doy, las veces que le digo que lo amo y lo necesito? No sabía porque, pero sentía que Dios quería decirme algo diferente. Algo nuevo. Algo respecto a mi manera de orar.
Mientras seguía con la lectura diaria de la Biblia me encontré, en Lucas 19, con un personaje que me mostró un destello de lo que Dios me quería decir.
Su nombre era Zaqueo y tenía una enorme ansia de hablar con Jesús. Lucas cuenta en su libro como este hombre rico, publicano o recaudador de impuestos y nada querido por los judíos, se las ingenió para ver al Hijo de Dios, cuando este pasaba por un camino.
Mientras leía como Zaqueo se subió a las ramas de un Sicómoro para poder ver al Maestro, sentí una voz fuerte en mi cabeza que me dijo: ¨estudia ese árbol¨. Y entonces todo empezó a verse claro.
El texto bíblico explica que Zaqueo necesitaba del árbol para vencer dos obstáculos: su baja estatura, y la enorme multitud que casi siempre seguía a Jesús. Cada palabra de la Biblia tiene una razón específica. Nada en este libro es casualidad ni relleno, y el sicómoro tampoco.
Este árbol de raro nombre, pero muy común en casi todos los continentes, es de la familia de la higuera o los cauchos o ficus, de los que el más conocido produce los higos. Pero el Sicómoro no se conoce especialmente por sus frutos, que son más pequeños que los higos y no tan sabrosos, sino por una característica que le da nombre de Árbol de la Sabiduría en algunas zonas de Asia: el sicómoro tiene gran sombra. Y esa es su virtud.
Dios me hizo ver, a través del Espíritu Santo, cómo quería que sus hijos lo buscaran en oración como Zaqueo buscó al señor Jesús. Tal vez su baja estatura es la misma que tú crees que tienes. ¨Señor, soy muy pequeño, no merezco presentarme ante ti, nunca seré como esos grandes predicadores que pasan horas y días orando en tu presencia. Yo no soy capaz¨.
Mi Señor me dijo: ¨Si puedes, si subes al árbol, si te montas en sus ramas como Zaqueo y buscas, bajo la sombra del Sicómoro, que Yo mismo guíe tu oración¨.
Después me llevó a recordar Salmos 1:3 que textualmente dice: ¨Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará¨.
Y entonces entendí por completo porque Dios me quería montar en las ramas del sicómoro. Porque allí, bajo la sombra de ese árbol que no produce fruto muy preciado, el Señor Jesús, como a Zaqueo, me va a llamar y me va a decir: hoy es necesario que pose yo en tu casa¨ (Lucas 19:5). Y allí su Espíritu Santo será esa corriente de aguas que alimentará mi ^árbol^, y entonces él producirá fruto en mi oración.
No será entonces en mi fuerza humana sino en su poder espiritual, que permaneceré en oración, en su presencia, hasta el momento específico en que mi señor Jesús me vea subida en ese árbol y me diga, hoy vengo a ti para que des fruto y todo lo que hagas prospere.
Entonces entendí la bendición que hay detrás de mi oración, y hoy te invito a ti, que llegaste al final de esta lectura, a subir al árbol como Zaqueo. Puedes ser muy pequeño para el mundo, pero para Jesús, fuiste la razón de morir en una cruz. No tienes que ser alguien especial para que el Señor venga a tu casa para bendecirte. Cada vez que sientas que no puedes seguir solo, busca la sombra del sicómoro, sube a sus ramas, porque JESUS quiere morar contigo.
Por. Yolja Hernandez
PUERTA AL CIELO
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Sólo Dios conoce que lo buscas y el tiene el poder para que ti oración crezca y suba a lo mas alto confía en Dios y El lo hara
ResponderEliminarHola, hoy de camino a mi trabajo justamente veo un árbol y El Espíritu me susurra "sicomoro "y me dijo justamente eso que suba a su presencia que deje todo orgullo y vaya a Él
ResponderEliminarQ bonito leeros me edificais, q dios os siga usando bendiciones
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